El proceso de fabricación de un portón

Uno de los últimos encargos recibidos ha sido el de un portón. Una vez establecido el contacto con el cliente le realizo una visita y hablamos sobre qué quiere exactamente. En la siguiente foto se ve el portón antiguo, realizado con tubo cuadrado, rectangular y chapa, que con menos de diez años de antigüedad ya hay que cambiár. Al renovar la subida a la parcela quitando la vieja arizónica encima del muro de contención y renovando las plantas de la rampa era necesario también sustituir este portón.

Sabiendo que se plantará en el lado izquierdo lavanda y que en el derecho se pondrán agapanthus y junto con la frondosidad de la parcela vecina y el fondo, le propongo realizar un portón con motivos vegetales. Con ayuda de la arquitecta Isabel Hernández Martín le presentamos diferentes diseños, de los cuales los dos finales son los siguientes, siendo el elegido el de la parte superior. Hace referencia a los juncos que abundan en el cercano río Torote.

El diseño se pasa a ordenador. Durante las conversaciones iniciales el cliente comenta la posibilidad de poner en el futuro un tejadillo sobre el portón, con lo cual aprovecho para diseñárselo también, de tal forma que se haga una idea del aspecto final.

Presentado el proyecto de nuevo al cliente este da su visto bueno y empiezo con la construcción. Utilizaré cuadradillo macizo de 25x25 mm y redondo liso de 16 mm. El diseño se dibuja en el suelo del taller a tamaño real, para poder ir ajustando las diferentes barras – juncos a su forma final.

Previamente se afilan todas las barras , cortadas ya a su longitud final, calentandolas en la fragua. La curvatura de las mismas se consigue, en este caso, golpeando las barras con un martillo sobre un tas de plomo. Una vez que he terminado de dar forma a todas las barras, se sueldan al marco. Otra opción era realizar ojales tanto en el marco como en las diferentes barras y remachar las piezas como se hacía antiguamente, pero por razones de tiempo y presupuesto el cliente eligió soldarlas.

Para la instalación del portón me traslado con la fragua portátil a la casa del cliente y ajusto las sujecciones de las bisagras al granito del muro, que me deja forjar con libertad.

En este caso hago referencia a la caracoles que he visto entre los agapanthus y las serpientes que antiguamente abundaban en la zona, aparte de que las espirales y las propias serpientes son símbolos mágico - tradicionales que me gusta utilizar cuando tienen cosas en común con la zona en la que trabajo.

Finalizada la instalación, se aplican dos capas de esmalte antiocorrosivo metálico, siendo el resultado el que aparece en las siguientes imágenes.